Sonoterapia

Frecuencia + Intención = Sanación

Jonhatan Goldman

La sonoterapia es una de las herramientas clave de Cuerpo Vibrante. Consiste en utilizar determinados sonidos, vibraciones y ritmos para inducir un estado de relajación mental, emocional y física que favorezca la vuelta al equilibrio total del cuerpo y el alma.

 

Para que la magia funcione, tanto el terapeuta como el paciente deben encontrarse en un estado de preparación. Esto implica acompañar el baño de sonidos con una o varias intenciones positivas, tanto por parte del emisor como del receptor. Como dice el sound healer Johnatan Goldman, es la alquimia entre la frecuencia de los sonidos y la intención de las personas implicadas lo que crea la posibilidad de poner en armonía el sistema nervioso, el corazón y la mente.

 

Utilizamos la voz, por supuesto -cantos, mantras- y también instrumentos específicos como flautas, cuencos, didgeridoos, hand pans, tambores y percusión… No es música en el sentido clásico del término, sino más bien un masaje de sonidos y frecuencias que permite a las células del cuerpo recuperar una vibración armoniosa y favorece así el acceso a un nivel de conciencia más amplio, tranquilo y sereno.

 

Algunos sonidos y ritmos nos conectan con la tierra (tambores, didgeridoo), mientras que otros son más celestiales (campanillas, cuencos de cristal). En general, en una sesión se mezclan diferentes colores y texturas para llevar a los pacientes a una sensación de unidad.

 

En Cuerpo Vibrante, acompañamos las sesiones de sonoterapia purificando a los pacientes con incienso de plantas y resinas específicas: copal, mirra, plantas dulces (menta, manzanilla, lavanda…), plantas amargas (romero, ruda, eucalipto…), etc. Se trata del arte ancestral del sahumerio. También en este caso, la persona sopla el humo de las plantas en el espacio y a los participantes, añadiendo su intención positiva a la ceremonia.

 

La sonoterapia y el sahumerio también se utilizan durante las sesiones de yoga sensorial y los rituales de las plantas maestras. Combinadas, las distintas prácticas se potencian mutuamente y son más eficaces que realizadas por separado.

 

Es la alquimia entre la intención de todos los participantes, la seriedad y belleza del ritual y la magia de las frecuencias y de los humos lo que hace de la terapia vibratoria una posible vía hacia la tranquilidad y la curación.

 

Beneficios de la terapia sonora:

 

Relajación profunda

 

Reducción del estrés y la ansiedad

 

Reducción de dolores somáticos como migraña, dolor de espalda, dolor de estómago, etc.

 

Acceso a un sueño reparador

 

Conexión con la tierra, los elementos y el espacio: sensación de estar alineado consigo mismo y con el mundo 

 

Catarsis emocional, que puede ayudar a transformar un conflicto o un problema (con el poder de la intención)

 

Apertura del corazón: acceso a la sonrisa, la confianza y la compasión 

 

Estado meditativo y paz mental