Julien Nicoud

Carolina Gómez

Hombre comprometido, transparente y amoroso. Julien es un guía delicado, sensible e intuitivo. Una de sus grandes virtudes es la entrega generosa de conocimiento, prácticas sensoriales, corporales y espirituales. 
Después de estudios universitarios en literatura y filosofía, y después de haber iniciado una carrera de profesor de lengua en Francia, poco a poco se volvió hacia el trabajo corporal y artístico a través del teatro, el mimo y la capoeira, que estudió en Brasil.
Pero fue el encuentro del yoga y la meditación lo que marcó un gran viraje en su vida, invitándolo a formarse como instructor de yoga y a explorar en particular el yoga de Cachemira, una rama moderna del shivaísmo de Cachemira, corriente india filosófica y espiritual particularmente adaptada a nuestro tiempo. 
Al mismo tiempo, un llamado por volver a lo vegetal lo llevó a hacer retiros en la selva amazónica peruana con un maestro curandero (tradición vegetalista) y a tomar yagé con hombres sabedores en Colombia. Estas escuelas antiguas y sagradas le permitieron hacer un trabajo amplio y reflexivo en sí mismo, creando un vínculo estrecho con el mundo vegetal. 
Inspirado por las plantas, los maestros y estas experiencias transformadoras, desarrolló el uso de los sonidos y de la vibración como potencializador de curación, y elaboró un tipo de yoga que denomina yoga sensorial. Es una práctica que enfatiza la escucha profunda, la sensibilidad, el movimiento orgánico y la respiración espaciosa para acceder a la tranquilidad. 
Facilita espacios para grupos y de forma personalizada desde hace 15 años, combinando introspección y meditación, sonidos, trabajo físico-sensorial y eventualmente plantas.
Actualmente vive en Colombia, en las montañas de Silvania, donde cuida su jardín de medicinas y comparte sus experiencias con apertura, compromiso, entrega genuina y cariño. 
Mujer sensible y cariñosa, Carolina es ante todo una oyente y una empática. Tiene una maravillosa capacidad para guiar a individuos y grupos a través de profundos procesos terapéuticos, gracias a su delicadeza, paciencia y atención a las personas, los detalles y los espacios rituales. 
Su misión en la vida es cuidar. 
Está vinculada a la tierra y a las artes manuales: cultiva un huerto y el jardín, prepara pociones, elixires y ungüentos vegetales, cocina con refinamiento, cose, teje, dibuja y pinta. También sabe dar masajes (masaje tai) y purificar a los pacientes con sahumerio o baños de hierbas. 
Lleva dentro la memoria de una abuela indígena: toma yagé desde la adolescencia. Fue a estudiar las plantas en la selva con un curandero en Perú (tradición vegetalista-palera de la Alta Amazonía). Un proceso de curación íntima y de aprendizaje nutritivo. 
Es danzante de la luna de tradición Mexica. Sahumadora de humitos sagrados Colombia y participante activa de las caminatas para despertar el territorio.  
Tiene formación en antropología teatral (teatro de la Tierra – Buenos Aires) y psicología transpersonal (Sasana – Bogotá), lo que le permite tender puentes entre la tradición y la modernidad y crear magia con los consultantes a los que acompaña, para que puedan conocerse mejor y revelar todo su potencial humano y espiritual.  
Desde hace 10 años, es la compañera de Julien, con quien mantiene una familia, una granja ecológica y una organización alternativa de sanación, bienestar y crecimiento personal, Cuerpo Vibrante.