Cuerpo Vibrante propone una práctica de yoga suave y profunda que procede de la tradición india del shivaísmo de Cachemira, así como de nuestro propio camino con los estados ampliados de conciencia. 

La práctica va más allá de la simple gimnasia: consiste en ejercicios completos diseñados para calmar el sistema nervioso, disolver tensiones físicas y somáticas, hacer fluir la energía vital y favorecer la entrada en la atención plena o meditación.

Este yoga de los orígenes hace hincapié en el sentir táctil, la vibración neuromuscular y la expansión del aliento. 

Con frecuencia se produce un reequilibrio fisiológico, psicológico y emocional que trae bienestar, descanso y una sensación de reparación o reconexión. 

Es una práctica flexible y orgánica que se adapta a cualquier publico, incluidas las personas con discapacidades o restricciones físicas de cualquier tipo. Ciertos ejercicios se pueden hacer desde una silla. 

La práctica se combina a menudo con sonidos sagrados (véase Sonoterapia) y plantas (sahumerio, ritual con decocción de cannabis – véase Plantas).