Apertura e invocación
El ritual comienza con una ronda de intervenciones, en la que cada persona declara su intención y la deposita en el altar ceremonial.
Se realizan unos sencillos ejercicios de relajación y respiración para entrar en la sacralidad del presente. A continuación, se invita a los participantes a tomar una cantidad moderada de hojas de Pastora (entre 8 y 24 hojas) y a conectar con el espíritu de la planta. Mastican las hojas en silencio en un entorno cálido y seguro en semi oscuridad durante 20-30 minutos. Al final de este tiempo, se acuestan con una manta y un antifaz para entrar suavemente en el mundo de la Pastora.
Música, vibración y limpieza energética
Una vez que todos están acostados, los guías acompañan la experiencia visionaria con sonidos sagrados (cuencos, tambores, cantos sagrados, mantras, didgeridoo…) y la prendida del sahumerio (quema de incienso purificador: copal, resinas, tabaco, salvia blanca, etc.) La experiencia visionaria dura entre 60 y 90 minutos.
Meditación y acción de gracias
Los efectos se disipan gradualmente para dar lugar a una gran calma mental y emocional. Es un tiempo de silencio y recogimiento. Invitación a conectarse con el amor, el perdón y la gratitud. Los que quieren pueden hacer una segunda ronda, masticando otros pares de hojas.
Integración
Los participantes están invitados a compartir su experiencia con el grupo y los acompañantes. Retroalimentación para poder transponer a la vida cotidiana las enseñanzas obtenidas a través de la planta y el ritual. Una semana después de la ceremonia, se invita a los participantes a una reunión virtual para compartir, hacer preguntas y continuar la integración de la experiencia.